“Xocolátl”, elixir de los Dioses. La mayoría de los humanos amamos el chocolate en todas sus presentaciones, pero jamás lo ofrezcas a tus peludos, podría ser mortal.
Quienes tenemos un perro en casa, sabemos que estos golosos amigos comerían cualquier cosa dulce que les presentemos: helado, pan, galletas, gomitas… la lista es larga. Sin embargo, hay alimentos como el chocolate que, incluso en dosis muy pequeñas, puede provocar reacciones adversas que ponen en peligro la vida de tu mejor amigo.
El cacao está compuesto de diferentes elementos químicos, uno de ellos es la teobromina, que en los humanos es responsable de que sintamos esa sensación de placer y felicidad al ingerir chocolate, pero los perros no tienen la capacidad de procesarlo efectivamente.
Según un artículo de la revista Muy interesante, “el tiempo que toma a los humanos digerir la teobromina es entre 2 y 3 horas, mientras que los perros tardan cerca de 18 horas. Esto quiere decir que somos capaces de metabolizar el químico 9 veces más efectivamente que los canes”. Haciendo cálculos matemáticos y según nuestra fuente de información, una dosis entre los 250 y 500 miligramos de teobromina puede ser fatal para un perro. Por ejemplo, si tienes un perro de raza pequeña como un Pug, un Pomeranian o un Poodle, una barra pequeña de chocolate es suficiente para envenenarlos. Los síntomas comunes que presenta un perro después de haber ingerido algo tan tóxico son: sed extrema, diarrea, energía excesiva, jadeos, temblores y convulsiones.
Así que, aunque te miren con esos ojos tan tiernos y suplicantes, evita a toda costa caer y cuida muy bien a tu amigo, como él cuida de ti.
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